Las ventanas Low Emissivity Glass, o más conocidas Low-E Glass, se han venido mencionando en el mercado más y más, porque sus aspectos positivos asociados la han hecho una alternativa popular.
Sobre todo para quienes buscan mejorar la eficiencia energética de sus hogares o edificios, resultan atractivas, y es que valen la pena a primeras.
Su tecnología por un lado promete reducir el consumo de energía, y por el otro mejorar el confort interior. No obstante, antes de adquirirlas es ideal informarse más sobre ellas, sus pros y contras.
¿A qué refiere el Low-E Glass?
El término ‘Low-E’ hace referencia a ‘baja emisividad’, lo cual a su vez significa que el vidrio está recubierto con una capa microscópica de óxidos metálicos o materiales similares que, minimizan la cantidad de radiación ultravioleta e infrarroja que puede atravesar el vidrio.
Al mismo tiempo, permite el paso de la luz visible, asegurando que los espacios interiores sigan siendo luminosos naturalmente.
El recubrimiento Low-E actúa como una barrera que reduce el calor que entra o sale del edificio. En climas cálidos, este vidrio es de amplia utilidad para mantener el interior fresco al reflejar el calor del sol hacia el exterior.
En climas fríos, conserva el calor interior al reflejarlo hacia adentro, lo que disminuye la necesidad de utilizar sistemas de calefacción o aire acondicionado, suponiendo más ventajas.
Ventajas del Low-E Glass
Los aspectos positivos asociados a ellas son las que motivan a muchos a su compra, siendo atractivas principalmente por los siguientes puntos:
- Ahorro energético. Gracias a su capacidad para reducir las pérdidas y ganancias de calor, estas reducen la necesidad de calefacción o aire acondicionado. Esto quiere decir indirectamente que las facturas energéticas llegarán más bajas.
- Confort térmico. Ayudan a conservar una temperatura interior constante, eliminando puntos fríos o calientes cerca de las ventanas y aumentando el confort general.
- Reducción de daños por UV. Bloquean hasta el 99% de los rayos ultravioleta, que son responsables de dañar muebles, alfombras y obras de arte, prolongando su vida útil.
- Mayor iluminación natural. Facilitan totalmente el paso de la luz visible sin comprometer la privacidad ni la protección contra el calor.
- Sostenibilidad ambiental. Al reducir el consumo de energía, también disminuyen las emisiones de carbono asociadas con los sistemas de calefacción y refrigeración.
- Durabilidad en el tiempo. Los recubrimientos Low-E están diseñados para ser duraderos y no se degradan con el tiempo, asegurando un rendimiento constante.
- Versatilidad total. Pueden combinarse con otros tipos de vidrios, como vidrios laminados o templados, para mejorar las prestaciones de las ventanas. Es posible incluso que combinen bien con materiales PVC desde servicios de nuestra carpintería de PVC.
Desventajas del Low-E Glass
Aunque las mismas tienen numerosos beneficios, no podemos ignorar que presentan algunos inconvenientes que es importante considerar:
- Costo inicial elevado. Suelen ser más caras que las ventanas tradicionales como una ventana de PVC convencional, debido a su tecnología avanzada.
- Efecto reflectante. En algunos casos, el recubrimiento provoca un efecto reflectante en el exterior, resultando estéticamente molesto para los vecinos.
- Rendimiento variable según el clima. Su eficacia depende del clima y de la orientación de la vivienda. En algunas regiones con condiciones climáticas intermedias, el ahorro energético podría no ser tan significativo.
- Compatibilidad limitada. Algunos recursos decorativos o protectoras no son compatibles con el recubrimiento Low-E, limitando las opciones de personalización.
- Mantenimiento especializado. Aunque el vidrio es duradero, seguramente va a requerir técnicas de limpieza y productos específicos para evitar dañar el recubrimiento.
- Disponibilidad y acceso. No todas las tiendas las tienen disponibles, y en algunas zonas su adquisición podría ser complicada o requerir pedidos especiales.
¿En verdad vale la pena?
La respuesta a esta pregunta depende de varios factores, como el clima, el presupuesto y las necesidades específicas de la vivienda o edificio. En regiones con temperaturas extremas, las ventanas Low-E Glass pueden ofrecer un ahorro energético significativo y mejorar notablemente el confort interior, compensando su costo inicial elevado.
Además, su capacidad para reducir los daños por rayos UV y su contribución a la sostenibilidad ambiental las convierten en una elección responsable y práctica.
Sin embargo, en climas moderados, el retorno de la inversión podría no ser tan notable. En estos casos, probablemente sea más conveniente optar por otras alternativas como ventanas de aluminio o de otro material simple.
En términos generales, representan una tecnología avanzada que no solo ayuda a reducir costos a largo plazo, sino que también mejora la calidad de vida en el interior de los espacios. Antes de decidirte, es recomendable consultar con un especialista para evaluar si son la mejor opción para tu caso específico.
Lo que es claro es que estas ventanas están marcando un antes y un después en la forma en que diseñamos y vivimos nuestros hogares.